Integrar la vida laboral, familiar y/o personal es para una gran mayoría de personas una de las principales preocupaciones desde hace unas décadas. Pero sobre todo desde comienzo de este siglo XXI. Además existen diferencias importantes según el tipo de ocupación, el estatus, etapa laboral o salario de los trabajadores. Y afecta también tanto a hombres como a mujeres.

Los cambios ocurridos en los últimos decenios (incorporación de las mujeres al mundo del trabajo, el mantenimiento de horarios heredados de épocas en las que hacían compatibles trabajos de mañana y tarde, la presión laboral derivada del incremento de una economía globalizada y la tendencia hacia la extensión real de la jornada laboral) hacen de esta cuestión una de las principales preocupaciones. Sobre todo en España, donde el vínculo con la familia es muy estrecho. Por contra, parece que somos el país cuyas empresas peor gestionan la conciliación laboral y familiar.

Uno de los principales lugares donde puedes encontrar información sobre la conciliación laboral y familiar es en el portal concilia2 y en su blog. Desde allí insisten mucho en que no es un problema femenino, ni privado ni meramente legal. Es una cuestión cultural y de valores. Es tan sencillo como romper inercias a base de imaginación y tan complicado como lograr que todo el mundo (las empresas) apuesten por el cambio.

Aunque muchas de las medidas para favorecer la conciliación provienen de leyes, es precisamente del terreno de los recursos humanos desde donde se pueden proponer y poner en práctica medidas para mejorar la conciliación laboral-familiar de los trabajadores. Algunos consejos para los responsables de recursos humanos que se están proponiendo actualmente son:

- Escucha antes de ponerte creativo/a: No sirve de nada (y hasta puede ser contraproducente) anunciar a bombo y platillo un catálogo de medidas de conciliación que nadie necesita. Si la mayoría de tus empleados superan los 45 años, ¿para que quieren cheques-guardería? A lo mejor necesitan apoyo para atender a sus padres, que se están haciendo mayores. Si alguien está buscando canguro para su hijo facilítale la herramienta para encontrarlo, pero no le ofrezcas vales descuento para la ópera. Resumiendo, pregunta SIEMPRE para saber qué es lo que realmente está reclamando la plantilla.

- No pierdas de vista la corresponsabilidad: Las medidas de conciliación no son sólo para las trabajadoras. Es interesante ofrecer una formación básica en igualdad de oportunidades para abrir mentalidades.

- No olvides que el trabajo y la vida privada no son compartimentos estancos: Si das facilidades para que las y los empleados se organicen la vida, en todas sus parcelas, te sorprenderás de tus resultados. No tiene sentido prohibir llamadas personales (si alguien se ha dejado en casa a su hijo enfermo y no puede hablar con él va a ser difícil que pueda concentrarse en otra cosa) o el acceso a redes sociales en los despachos.

- Adapta las medidas a las características de la empresa y de su entorno: Puedes inspirarte en las buenas prácticas de otras empresas, pero evita el copiar y pegar. Los catálogos de compensaciones de las multinacionales no encajarán en una imprenta de Albacete con 10 trabajadores. ¿Para qué queréis tickets-restaurante si estáis ubicados en una ciudad pequeña y todo el mundo prefiere ir a casa a comer e incluso echarse una siestecita?

- Calcula hasta dónde puedes llegar: ¿Estás seguro o segura de que vas a poder mantener determinado beneficio social en los próximos ejercicios? Si te arrepientes, la vuelta atrás será difícil. En estos tiempos más que nunca, apuesta por soluciones imaginativas y de bajo coste.

- Sé transparente y evita la discrecionalidad: Deja claro el alcance de las posibilidades de ordenación del tiempo, las compensaciones, etc, que se hayan determinado, para evitar malentendidos. Tampoco es buena idea que las medidas elegidas sean un premio para algunos sí y para otros no.

- Comunica internamente: Elige bien los canales de comunicación para que la información llegue a todos y a todas.

- Comunica externamente: apuntala tu reputación de cara a tu clientela, tus proveedores, las administraciones públicas… Aprovecha para que tus potenciales empleados sepan que tu empresa es un buen lugar para trabajar. Si hay talentos ahí fuera, no está de más qué sepan lo que ofreces. Hay ayudas para las empresas que apuestan por la conciliación.

- Da ejemplo: Si te empeñas en quedarte a trabajar hasta las 9 de la noche por sistema, al resto les cohibirá levantarse de su sitio a las 6, por mucho que sepan que pueden hacerlo. A no ser que les digas ¡hasta mañana! con una sonrisa mientras salen por la puerta, claro.

- Evalúa: ¿se están cumpliendo tus expectativas, los efectos de las medidas adoptadas son neutros o directamente la has fastidiado? Observa y de nuevo, pregunta.

Afortunadamente cada vez son más las empresas que asumen la conciliación laboral y familiar como un valor propio dentro de la empresa. En Unique contamos con el llamado Plan Concilia, orientado a mejorar la conciliación familiar y laboral de los empleados. Entre los beneficios del plan destacan los descuentos para prestaciones sanitarias más óptimas o condiciones más favorables para los trabajadores con hijos.
 

Hay más propuestas, como por ejemplo la de la CEAPA que propone abrir los colegios 12 horas diarias 7 días a la semana, con las que se está generando debate sobre si son o no medidas que realmente nos acercan a la conciliación. También hay propuestas bastante menos polémicas pero que implican un cambio tremendo, como la racionalización de los horarios laborales.

Sin duda todos los expertos están de acuerdo en que cuanto mejor logramos conciliar vida laboral, familiar y personal, más avances conseguimos socialmente en:

- Igualación efectiva entre hombres y mujeres.
- Motivación de la maternidad y paternidad.
- Aumento de la integración y la solidaridad intergeneracional.
- Activación de la vida comunitaria y asociativa.