Carmen Posadas está haciendo un casting entre los personajes femeninos de la historia para decidir con quien cohabitará durante un largo tiempo y le dedicará una biografía, o más exactamente, una novela biográfica, pero separando claramente el dato comprobado con la ficción, como hizo con su novela a dos voces sobre La Bella Otero. Y se muestra muy contenta: "Me lo paso mejor haciendo investigación que escribiendo".

Aún no se ha decidido por el personaje, pero ya ha descartado a dos de las mujeres más fascinantes del siglo XX: Alma Mahler y Lou Andrea Salomé. "Son demasiado buenas, y estos personajes no son los que me interesan; prefiero los malvados, y si he elegido una mujer no es porque sea feminista –soy postfeminista-, sino porque hay muchas mujeres interesantes esperando que las descubran".

La escritora hizo estas declaraciones en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, poco antes de que tuviese un encuentro con sus lectores en un Paraninfo abarrotado con gente que tuvo que seguir el encuentro desde una pantalla del bar. "No se puede pedir a los escritores que cambien el mundo. Eso sería un rasgo de soberbia", dijo y añadió que los libros no son de quien los escribe sino de quien los lee. "Un lector cuando lee una obra años después puede descubrir cosas completamente distintas".

La autora, que logró el premio Planeta en 1998 por 'Pequeñas infamias', es popular y querida entre los lectores, que han seguido su dispersa obra, una treintena de títulos divididos entre novelas, relatos, literatura infantil y libros varios, algunos en colaboración, como 'Hoy caviar, mañana champán', con su hermano Gervasio Posadas. "Este libro son unas falsas memorias de mi madre, y entre los dos pudimos perfectamente impostar su voz".

Su última novela 'Invitación a un asesinato' (Planeta) está siendo un éxito, como reconoció. Es un libro con continuas referencias a Agatha Christie, de las que Carmen Posadas fue una lectora agradecida y precoz. "En mi adolescencia me leía una novela suya al día. Es una autora con mucho talento, que tiene dos verdaderas obras maestras, El asesinato de Roger Acroyd, donde el asesino es el que cuenta la historia, y Testigo de cargo, pero no ha sido valorada adecuadamente al tener demasiado éxito y ser mujer".

De todos modos, Carmen Posadas reconoció que 'Invitación a un asesinato' es, más bien, un homenaje a la novela clásica inglesa de detectives y a su sentido del humor, en contraposición con la sórdida novela negra nórdica, hoy tan en boga. "Trato de seguir el consejo de Evelyn Vaugh de que la mejor manera de hablar de las cosas serias es con humor, y yo, en esta novela hablo de niños robados, de eutanasia, de malos tratos...".

La escritora, tras una larga trayectoria en la literatura infantil y libros de actualidad, empezó a ser reconocida con la publicación, en 1996, de Cinco moscas azules. El Premio Planeta, logrado dos años después, afianzó una variada carrera literaria. "Soy mejor cuentista que novelista. En España los cuentos no están muy bien considerados, pero en Inglaterra gozan de gran prestigio. Si tuviese que recomendar uno de mis libros a un lector que no me conoce, me decidiría por los cuentos de Literatura, adulterio y Visa platino".

Para Carmen Posadas, el premio Nobel de Literatura concedido a Mario Vargas Llosa es "una alegría y un espaldarazo para todos los escritores latinoamericanos". Y recordó, con pudor, que Vargas Llosa estuvo presente cuando a ella la nombraron doctor honoris causa por la Universidad de Lima. "Mi disertación era, precisamente, sobre cómo se escribe una novela, y salí airosa de esa prueba".

En Francia, según recordó, se está haciendo una serie televisiva de su novela 'Pequeña infamias', al tiempo que La cinta roja, su novela sobre la época de la Revolución francesa, será adaptada al teatro y se verá en la escena el próximo año.