El ´tuppersex´ no es solo cosa de mujeres
Creado por XISCA FIGUEROLA , el Domingo 10 de Octubre de 2010

El hotel Pegasus de la Playa de Palma acoge la primera reunión para hombres de Mallorca.

El tuppersex para chicos aterriza, por primera vez, en Mallorca. Después de años de preguntarse qué hacen tantas mujeres juntas y hablando de sexo, y de vivir con la incertidumbre (de) si se ponen en evidencia sus atributos y sus arte(s) amatorias, por fin ahora los hombres podrán vivir en primera persona estas divertidas reuniones y dar respuesta a todas sus dudas sobre el sexo.



Hace un año y medio, ninguna empresa se había atrevido a probar este tipo de negocio con el público masculino, hasta que Jaume Pujol, empresario, decidió dar el primer paso. "Mi mujer trabaja en este negocio, y siempre volvía muy contenta de las reuniones. Disfruta mucho. Y pensé que por qué yo no podía hacer lo mismo".

Dicho y hecho, aunque Jaume era consciente de que era un reto. "Los hombres nos creemos que lo sabemos todo, y no solemos tomarnos bien que nos digan que hay más maneras de practicar el sexo". En efecto, el público masculino heterosexual todavía parece resistirse al tuppersex, ya que en un año y medio, Jaume admite que sólo en dos ocasiones el público no era homosexual. "Están mucho más liberados, y les da menos vergüenza hablar sobre este tema". Aunque no piensa rendirse, ya que confía en que poco a poco los hombres se den cuenta de que "siempre se pueden descubrir y aprender cosas nuevas que les ayudarán en sus relaciones íntimas".

El funcionamiento es el mismo que el tuppersex femenino. Reuniones en casas, locales, restaurantes… en las que una persona enseña y explica todo un muestrario de objetos sexuales. Una vez terminada la presentación, los asistentes pueden comprar aquello que más les haya gustado. "La única diferencia con las reuniones de chicas es que los objetos están enfocados al sector masculino. Aunque alguno de ellos también lo puedan utilizar ellas".

Como elemento diferenciador, Jaume suele llevar stock de productos encima, de forma que los clientes puedan adquirir los productos al momento. "Suelo llevar unos 40 objetos diferentes a cada reunión. La mitad son estimuladores sexuales y la otra mitad cosméticos", explica Jaume, quién también nos cuenta cuales c(s)on los complementos sexuales que más se venden. "Entre los clientes homosexuales, el Naughty Boy –un masturbador masculino- causa furor; mientras que los heterosexuales se suelen decantar por los masturbadores que recrean alguna parte de la mujer". De hecho Jaume cuenta con unos objetos en forma de orificio anal o bucal, que tienen un tacto muy parecido al de la piel humana. "Este modelo americano es el más real que hay actualmente en el mercado".

Jaume se esfuerza para que las reuniones no sólo sean divertidas, sino que también sean educativas. "Me gusta hablar abiertamente de sexo, proponer nuevas formas de disfrutarlo. Incluso me gusta ver la cara de los hombres heterosexuales cuando les hablas de según qué prácticas". Consciente de que no siempre es fácil plantear ciertas dudas sexuales en voz alta, Jaume se implica con sus clientes y les deja una tarjeta para que le llamen y le pregunt(e)an lo que en el momento de la reunión no se atrevieron a comentar.

El abanico de clientes por edades es muy amplio, aunque los hombres de entre 30 y 40 años son los que más solicitan estos servicios. "Realmente son los que más quieren aprender sobre la sexualidad. Los jovencitos todavía creen que a ellos no les hace falta ningún tipo de complementos, y los más mayores se sorprenden de la cantidad de cosas que hay y que se pueden hacer. La verdad es que para ellos es un shock, pero se lo pasan muy bien".

Para eso están estas reuniones, para divertirse a la vez que se amplía la visión masculina sobre la sexualidad. Los juguetes sexuales no son sólo para chicas, y los cosméticos son una buena manera de añadir romanticismo y pasión a las relaciones sexuales.

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