«El futuro pasa por que las mujeres tengan más poder»
Creado por MARÍA ZABALETA , el Domingo 26 de Septiembre de 2010

«Mi ideología es la no ideología», advierte el novelista, 'enfant terrible' de las letras británicas

Durante toda su vida pública -su parcela privada es infranqueable-, el nombre de Martin Amis ha sido sinónimo de polémica, controversia y provocación. Hay quien le atribuye, además, otro término: arrogancia. Pero no es tan fiero el león como lo pintan.

- Allí donde va debe sobrellevar siempre que le califiquen como un autor polémico. ¿Se siente cómodo en ese papel de 'enfant terrible'?
- Es cierto que siempre se me ha considerado el chico malo de la literatura británica, pero es ridículo que se sigan refiriendo a mí como un 'enfant terrible'. Yo ya soy un abuelo. Y lo digo en el sentido literal porque estoy a punto de tener un par de nietos.
- Se puede decir que es usted algo así como el 'Special One' de la literatura anglosajona. ¿La osadía es inherente al ego?
- Si tienes una mente original, es fácil que acabes siendo un provocador y, a partir de ahí, que te tilden de arrogante. Pero ante ciertas cosas, solo caben dos alternativas: el silencio o decir lo que se piensa. Lo que no es alternativa es quedarse en un lugar seguro porque eso sería como suicidarse.
- De un tiempo a esta parte, las polémicas que adornan su biografía se han alejado de la esfera privada para chocar de lleno con la política. ¿Por qué ese viraje?
- Creo que obedece a un desarrollo natural. Antes me sentía orgulloso de decir que era apolítico. Ni tenía interés, ni sentía la necesidad de pronunciarme sobre nada, pero con el cambio de siglo, llegó mi interés por la política. Ahora bien, a diferencia de mi padre, que era comunista y un ideólogo, yo no tengo ideología. Mi única ideología es la no ideología.
- ¿Ni se casa con nadie ni se guarda nada en el tintero?
- De lo único que no hablo es de mi familia. De todo lo demás, si tengo una opinión, la expreso. De lo que me apetece hablar, hablo, y de lo que me apetece escribir, escribo.
- Reniega de lo políticamente correcto, del gregarismo, de la dependencia mental, de la religión. ¿En qué cree Martin Amis?
- Se supone que cualquier ideología es algo que soluciona y da respuesta a todo y, por lo tanto, es violenta como tal. Pero lo cierto es que ninguna se sustenta en la realidad. Al contrario, se hunde en cuanto se enfrenta a ella. La ideología viene a decir algo así como 'súmate a lo que yo digo, piensa como yo y avanza conmigo'. Va en contra del individuo y, por encima de todo, yo creo en el individuo. Y en lo que cree todo el mundo: en el amor, en la amabilidad, en la Justicia, en la decencia, en la inocencia.
Religión y sexo
- ¿Cree realmente que sería posible un mundo sin religiones?
- No... En este asunto, soy mucho más moderado que antes. Las religiones no se pueden erradicar. Intentar prohibir la religión sería como intentar prohibir el sexo.
- Sí es partidario de erradicar, en cambio, las culturas «atrasadas, violentas o discriminatorias» que, a su juicio, alienta el multiculturalismo.
- El multiculturalismo es un fraude, una falacia. No se puede legitimar cualquier comportamiento porque forme parte de una cultura particular. Pongamos el caso del Islam y el trato que da a las mujeres. Niñas a las que obligan a casarse con solo 12 años, crímenes de honor, ablación. Es atroz. Es una forma de violencia extrema. Con tal de que se modificara el Islam desde el punto de vista del feminismo, sería suficiente.
- ¿Milita en el feminismo?
- El futuro de la Humanidad pasa por que las mujeres tengan más poder. Lo que han estado haciendo los hombres parece que no ha tenido mucho éxito y, aunque la ciencia diga que hay muy pocas diferencias entre hombres y mujeres, lo cierto es que ellas son menos violentas, más delicadas, cometen menos crímenes. Hemos tenido más de una veintena de jefes de Estado que han sido mujeres y su problema es que han tratado de asemejarse a los hombres, cuando en realidad lo que hace falta es ese punto de vista femenino para solucionar el mundo.
- ¿Quiere decir que el mundo sería mejor si estuviera gobernado por mujeres?
- Rotundamente, sí. Aunque no deja de ser un sueño, una utopía, es la nueva vía para la esperanza. Que los hombres se replieguen y cedan algo de poder. Yo lo comparo con la revolución sexual, que fue muy lenta y, sin embargo, fue un gran avance. Solo que entonces, las mujeres se tenían que haber centrado en conseguir que el reparto de las tareas del hogar fuera al cincuenta por ciento. Tendían que haber atado bien eso y una vez lo hubieran logrado, habrían venido otras cosas. Es la base de todo.
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