Las mujeres mandan. Y en la Justicia de la Comunitat todavía más. Pilar de la Oliva, Carmen Llombart y Teresa Gisbert ocupan tres puestos clave de la judicatura en la región. Los despachos del Tribunal Superior de Justicia, de la Audiencia Provincial de Valencia y de la Jefatura de la Fiscalía de la provincia están ocupados por ellas. El círculo se cerró esta misma semana con la elección de Pilar de la Oliva como presidenta del más alto tribunal valenciano.

Las tres mujeres coinciden en años. Todas se sitúan en el borde de los 55. Y es lógico. Fueron de las primeras que empezaron a estudiar, y les ha llegado el turno de ocupar puestos de gran responsabilidad. En cuanto a la ideología, ganan las conservadoras. Tanto De la Oliva como Llombart pertenecen a la Asociación Profesional de la Magistratura (APM). En cambio, desde la Fiscalía la corriente es bien diferente. Gisbert pertenece a la Unión Progresista de Fiscales (UFP). La misma división que puede darse entre los magistrados se produce también entre los representantes del Ministerio Público.

Es la primera vez que se da esta circunstancia -la coincidencia de las tres mujeres- en el panorama judicial de la Comunitat. ¿Extraño? No. Simplemente era cuestión de tiempo. Y en el futuro es previsible que todavía sea mayor la presencia femenina en órganos de decisión. La proporción de mujeres y hombres en las Facultades da un saldo muy favorable a las primeras. Todo es cuestión de tiempo.

Ellas tenían vetado el acceso a la carrera judicial hasta 1966. Luego pasaron unos cuantos años hasta que se fueron produciendo los ingresos, en la década de los setenta. Estos se produjeron con cuentagotas. Los comienzos siempre son difíciles. Y de ahí a la oposición. Las fechas más o menos cuadran con las de las tres protagonistas del reportaje.

Gisbert tiene bajo su mando a unos cien fiscales. Llombart gestiona y coordina el funcionamiento de 11 secciones de la Audiencia (cinco de Penal y seis de Civil). Alrededor de medio centenar de magistrados. Y De la Oliva, que presidirá la Sala de lo Civil y Penal, maneja un 'monstruo judicial'. Tres provincias con sus respectivas Audiencias y más de 36 partidos judiciales. El número de juzgados sobrepasa los 300 en toda la Comunitat.

¿Y existe diferencia entre hombre y mujeres a la hora de desempeñar su puesto? Como en todo, siempre es peligroso generalizar. En principio, no tendría por qué haberlas. La ley es igual para todos. «Pero siempre puede ser que por el hándicap de que se nos considere con más sensibilidad para determinados asuntos, luego en la práctica seamos más duras». Estos supuestos, lógicamente son aquellos relacionados con la familia.

Precisamente este factor puede haber condicionado algunas carreras a la hora de asumir responsabilidades. De hecho, De la Oliva explicó durante su entrevista que sólo ahora que su vida familiar estaba resuelta se había decidido a dar el paso de presentarse al TSJ.

Y el dominio femenino en los tribunales se mantendrá durante los próximos años. Incluso es probable que pueda incrementarse. El fiscal superior de la Comunitat Valenciana, Ricard Cabedo, finalizará su mandato en 2013 al cumplir los 70 años, la edad de jubilación. Y Gisbert partiría en muy buena posición para ocupar su plaza. La decisión depende en última instancia del Fiscal General del Estado. Previamente, el Consejo Fiscal emite un dictamen, aunque este no es vinculante.