Una de las disposiciones adicionales contempladas en la futura ley de seguridad regula un aspecto que se ha revelado como conflictivo dentro de la Ertzaintza: la reserva de plazas para mujeres. La necesidad de aclarar esta posibilidad viene justificada por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco del pasado mes de septiembre en la que se ordenaba paralizar la última promoción del Cuerpo por los puestos en los que se había dado preferencia a las aspirantes femeninas. La cuestión está todavía pendiente de una sentencia judicial.

La futura norma establecerá la preferencia para cupos de personal femenino de forma legal, por lo que no será recurrible cuando se aplique a los procesos de formación. Tal y como sucede en la actualidad, afectará al ingreso en la escala de agente, pero también a los procesos de ascenso. La redacción deja abierta la posibilidad de aplicar la ley en función de las distintas necesidades, aunque el número de plazas con preferencia de personal femenino no podrá ser inferior al 30% de la oferta ni superior al 40%. El objetivo final es conseguir una presencia de la mujer en el 33% de las plazas, cuando en la actualidad apenas supera el 10%.

Por otra parte, la futura legislación introducirá también la posibilidad de que los agentes locales que realizan trabajos de escolta para los concejales de sus pueblos puedan actuar fuera de los límites municipales con autorización del Departamento de Interior. Esta disposición regulará un problema que sufren numerosos cargos municipales amenazados, que no pueden utilizar a sus escoltas, si son miembros de la guardia urbana, cuando tienen que salir fuera de sus localidades al dejar de poseer automáticamente competencias.