«Las mujeres debemos dejar la idea de intentar salvar a los hombres»
Creado por ISABEL BUGALLAL , el Domingo 26 de Septiembre de 2010

Rossy de Palma, la más Almodóvar de las chicas Almodóvar, es un torbellino de pasiones y de vitalismo

Le falta ser cantante lírica.


Ya me hubiera gustado tener esa formación, hija, pero no tuve esa suerte, no tuve mucho tiempo para estudiar. Mi madre tiene muy buena voz y yo tenía tesitura soprano lírica o sea que hubiera podido serlo. Hice ballet clásico durante muchos años y me encanta la danza, pero tampoco hubiera podido ser bailarina, estas disciplinas requieren absoluta dedicación y exclusividad y yo soy más mariposilla, me gusta picar entre flores.


«Pónganme un escenario, que yo no diré que no».
Claro, me encanta. En un escenario me siento más cómoda que en cualquier otro sitio.
¿Ya aprendió a decir que no?
Me costó bastantes años aprenderlo con propiedad. En la vida y en los trabajos, también.
¿Los hijos la han cambiado?
Me han hecho más vulnerable y más feliz.
¿Son franceses?
Son tanto españoles como franceses; ciudadanos del mundo, como yo.
¿Vive en París y en Madrid?
Suelo trabajar más en Francia pero hace un tiempo que vivo en Madrid. ¡Hija, son unas preguntitas!
¿Le incordia la popularidad?
No me puedo quejar, es agradable, aunque haya momentos incómodos: en los aeropuertos o cuando vas al médico con un hijo. Soy célebre de andar por casa, a la gente le inspiro, como si fuera la prima o la vecina.
Lleva un dragón tatuado, «la fiera que lleva dentro»,, dice usted.
Soy dragón en el horóscopo chino. Es un protector maravilloso y es la bestia que llevamos dentro.
¿Por eso llamó a su perfume Eau de protection?
Estaba harta de que todos los perfumes se basaran en la seducción, en la atracción, me pareció muy banal y muy frívolo.
¿Tiene ya editor para su libro sobre la sexualidad femenina?
Espero poder hacerlo pronto. La mujer desconoce su propia genitalidad, por tabú y porque nos hemos preocupado más de los demás que de nosotras mismas y no hemos llegado hasta ahí.
«Sharon Stone y yo estamos a dos velas». ¿Sigue estando así?
Sigo a dos velas; Sharon no sé si sigue, pero yo, sí; no veo a nadie como para decir «voy a apagar las velas con éste». El mercado está muy mal, no hay quien me atraiga.
¿Ha tenido suerte con los hombres?
Las mujeres deberíamos abandonar la idea de querer salvar al hombre y salvarmos a nosotras mismas. Queriendo salvarlo, el hombre se vuelve depredador y acaba contigo. Tenemos la costumbre de ornamentar a los hombres, de tunearlos y de ponerles lo que no tienen, cuando lo que debemos es aceptarlos como son y no disfrazarlos y creernos un cuento de hadas que no existe
Tiene fama de borde.
Cría fama y échate a dormir. No estoy muy orgullosa de algunas de mis reacciones, sobre todo cuando estaba embarazada y me perseguían los paparazzi... Tampoco aquello era normal.
¿Qué opina de la expulsión de los gitanos rumanos en Francia?
Se veía venir. Ya antes Sarkozy echó a abuelos chinos con nietos en suelo francés. Hubo un caso terrible: detuvieron a un abuelo cuando esperaba a su nieto ante el colegio. Y africanos, árabes... Y eso que Sarkozy no es francés de pura cepa, es hijo de húngaros: «Chico, si hubieran hecho lo mismo con tu familia, a lo mejor no hubieras llegado a ser este pequeño Napoleón». Pero tampoco me gusta lo que hacen aquí, no me gusta nada el mundo moderno y la Europa elitista.

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