El Banco Central Europeo es cada vez más masculino. Por primera vez en la historia del euro, no habrá ni una sola mujer entre las 23 personas que forman el Consejo de Gobierno del organismo que dicta la política monetaria.

Los ministros de Economía de la zona decidieron anoche sustituir a la miembro austriaca del Comité Ejecutivo -lo más alto de la cúpula- con un belga, Peter Praet, en lugar de con la candidata eslovaca al puesto.

En los 12 años de historia de la moneda única es la primera vez que el organismo de Frankfurt está copado por hombres: ni una sola mujer entre los seis miembros del Comité Ejecutivo ni entre los 17 gobernadores de bancos centrales que completan el Consejo de Gobierno.

Por casualidad, el evento coincide con la pequeña polémica en la banca alemana por las declaraciones del consejero ejecutivo del Deutsche Bank, Josef Ackermann, sobre la ausencia de mujeres en la jefatura de su entidad. Ackermann dijo que su inclusión haría el consejo "más bonito y colorido".

La austriaca que termina su mandato en el BCE, Gertrude Tumpel-Gugerell, dejará su puesto al final de mayo. Ella había ocupado el sitio de otra mujer, la finlandesa Sirkka Hamalainen.

El belga fue elegido por unanimidad. Apenas hubo debate, pero la resistencia de Eslovaquia a participar en el fondo de rescate pudo haber perjudicado las opciones de la candidata.

Los miembros del euro, además, empiezan a debatir una sucesión mucho más importante y complicada, la de Jean-Claude Trichet, cuyo mandato de ocho años termina el 31 de octubre. Se espera que los jefes de Estado y de Gobierno de los 17 países del euro acuerden su nombramiento en marzo, y ninguna mujer figura entre los candidatos más probables. Sólo Christine Lagarde, la ministra de Economía gala, se ha colado en alguna quiniela, pero la sustitución de un francés por otro es casi imposible.

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